sexta-feira, fevereiro 10, 2006

Hablas espanhol?


FOTO:AP/K. M. Chaudhry
Se hablas pode ler aqui a entrevista feita com o autor das 12 caricaturas mais polêmicas da história. Carsten Juste conta como surgiu a ideía e revela como está vivendo hoje depois de toda a confusão que sua "arte" gerou, e fala também sobre as ameaças que ele e os funcionários do jornal receberam. A entrevista foi retirada do jornal dinamarquês Jyllands Post. http://www.jp.dk/

Podemos refletir com a situação: até onde vai a liberdade de imprensa, será que toda essa confusão e mortes valeram a pena?


Cómo acabaron las 12 caricaturas de Mahoma en el Jyllands-Posten el 30 de septiembre del año pasado?
"La imagen pública que dibujaron algunos observadores de siniestros editores del Jyllands-Posten tramando ofender a cuantos más musulmanes fuera posible, o la afirmación de que nuestro objetivo era interferir en el debate nacional de integración, quedan muy lejos de la verdad."

"Lo que el público en general no sabe es: la persona que sugirió la idea era un periodista normal de nuestra plantilla. Circuló y fue debatida por los editores pertinentes. A todos les gustó, así que nos pusimos a la obra."

"La idea original del periodista era investigar hasta qué punto existe la autocensura en Dinamarca. Empezando por el libro infantil sobre Mahoma de Kaare Bluitgen, en el que aparentemente no se atrevía a participar abiertamente ningún ilustrador. Había otros ejemplos similares. Así fue como comenzamos. La idea era escribir a 40 ilustradores y preguntarles si dibujarían a Mahoma para su publicación en el Jyllands-Posten."

"Por eso puedo negar categóricamente cualquier sugerencia de que la intención era provocar a los musulmanes. Si queremos hablar de provocación, que, en cualquier circunstancia, no creo que existiera, entonces lo que estábamos era provocando a los ilustradores que no se atrevían a usar su libertad de expresión por temor a las represalias de musulmanes extremistas."

"Ese era nuestro objetivo: averiguar si existe la autocensura en Dinamarca en un mayor grado del que generalmente admitimos. Lo que, en mi opinión, es un proyecto periodístico perfectamente legítimo. Queríamos averiguar si los ilustradores de los periódicos daneses se atrevían o no a dibujar a Mahoma."

"Doce de los 40 ilustradores estuvieron de acuerdo. Algunos declinaron la oferta. Otros ni siquiera contestaron a nuestro desafío."

"Pensaba que los resultados que obtuvimos eran un poco flojos. El material no era lo suficientemente general. Tres de los 12 que estuvieron de acuerdo fueron nuestros propios ilustradores, ¡quienes quizás se sentían obligados! Eso significaba que realmente sólo teníamos a nueve, y algunos de ellos ni siquiera habían dibujado a Mahoma. Y de los que no respondieron, no podíamos saber sus razones. Llegado ese punto, tuve serias dudas sobre si debíamos seguir. No había una respuesta clara a la pregunta original: "¿Practican o no los ilustradores la autocensura?"

"Pero luego nuestros periodistas hicieron algunas investigaciones, consiguieron algunas respuestas y tomamos la decisión de publicar las caricaturas."

Consideró en algún momento que las caricaturas podrían ofender o insultar a personas?

"Sí. Algunos periodistas de nuestro periódico, incluidos algunos de los que escriben regularmente sobre musulmanes, inmigración e integración, nos aconsejaron que no lo hiciéramos. Fue un arduo debate. Personalmente, pensaba que las caricaturas eran inofensivas, que se ajustaban bastante a nuestra tradición danesa de la caricatura. Si alguna de las caricaturas hubiera sido más cruda, por ejemplo si un ilustrador nos hubiera presentado a Mahoma meando sobre el Corán, la hubiéramos retirado. De la misma forma que a lo largo de los años he retirado muchas caricaturas que los devotos cristianos podrían haber considerado insultantes. U otras porque eran demasiado vulgares o crudas. No me pareció que estas lo fueran y por lo tanto, seguí adelante."

Calculó la posibilidad de que alguien se pudiera ofender según los estándares normales daneses?

"Sí."

¿Discutió esto con el personal que estuviera familiarizado con el Islam, que le pudiera decir que esto significa algo diferente para los musulmanes, que cualquier representación gráfica de su profeta está prohibida?

"Sí. El hecho de que nadie ilustrase abiertamente el libro de Bluitgen nos dio una indicación. Pero no era definitivo. Algunos denominadores musulmanes permiten la representación de Mahoma. En algunos lugares, como en Irán, incluso se pueden comprar viñetas de Mahoma. Y luego estaba la cuestión: "Los musulmanes no pueden, ¿pero los no musulmanes?" No había una respuesta clara.

En el consiguiente debate público, me di cuenta de que ni Bertel Haarder, el que fue ministro de integración durante cuatro años, estaba preparado para la reacción que tuvimos."

O sea, que no lo hizo por creer que no hay límites a lo que puede hacer el Jyllands-Posten en nombre de la libertad de expresión?

"Absolutamente no. Esa no es la actitud de nuestro periódico. No es la actitud de ningún periódico. Tenemos una serie de pautas éticas que requieren que seamos considerados con otras personas, con las minorías, etc., y vimos estas caricaturas bajo esa luz. Incluso ahora, cuando veo esas caricaturas me pregunto: ¿Cómo es posible que alguien reaccione de forma tan radical a lo que a mí me parecen unas caricaturas simples, comunes e inofensivas?"

"La caricatura en la que Mahoma lleva una bomba en el turbante ha sido especialmente blanco de críticas. Pero para mí, la asociación es obvia. Es una forma de describir el problema de los terroristas islámicos fanáticos que hacen esa conexión, entre sus ataques y la religión en sí y su contenido. Eso era lo que nuestro caricaturista quería mostrar. Es un asunto común de debate: "¿Hasta que punto contribuye el Islam por sí mismo a la creación de terroristas? ¿Crea el Islam a sus propios terroristas?" Creo que es una pregunta justa. Nunca me imaginé que experimentaríamos la reacción que tuvimos."

Era la intención de las caricaturas provocar?

"No, eso nunca se nos ocurrió. Esta semana, en un debate en la radio nacional, oí al por otro lado culto Tøger Seinenfaden (editor jefe del diario danés Politiken) que seguía afirmando: que queríamos provocar por el sólo hecho de provocar. Incluso alegó que queríamos probar cual era el límite de los musulmanes. Sólo puedo decir que Tøger Seidenfaden no asiste a las reuniones editoriales del Jyllands-Posten. Me desconcierta saber de dónde saca su información."

"Nunca fue nuestro deseo insultar la fe musulmana. Repito: Si nos hubieran enviado caricaturas más crudas, las hubiéramos retirado. Como hemos dicho, es lamentable que la gente se sintiera insultada, porque esa no era nuestra intención."

Si la intención no era insultar, pero hay gente que se sintió insultada, por qué no ha dicho el Jyllands-Posten "Lo sentimos, no era nuestra intención"?

"No nos disculparemos por publicar las caricaturas porque tenemos el derecho a hacerlo. Por eso hemos dicho que si hay gente que se siente insultada, lo lamentamos. Insultar a la gente no estaba en nuestra orden del día. Pero no hay forma de que nos disculpemos por publicar las caricaturas. Si nos disculpásemos, estaríamos defraudando a las muchas generaciones que lucharon por la libertad de expresión y otros derechos civiles."

"Si dijésemos: "Lo sentimos, no deberíamos haber publicado las caricaturas", también estaríamos defraudando a los musulmanes moderados, de los que afortunadamente hay muchos, y a esos musulmanes, como Hirsi Ali, que luchan contra la represión en el mundo islámico. No haremos eso. No podemos hacerlo."

"Las reacciones han llegado en varios niveles. En Copenhague, 3000 personas se manifestaron. Eso está bien, manifestarse forma parte de la idea de la libertad de expresión, al igual que las caricaturas. Pero luego empezamos a recibir amenazas de muerte. El diputado Elsebeth Gerner Nielsen del partido social liberal trivializó públicamente esas amenazas, más o menos se rió de ellas, y del hecho de que dos jóvenes de 17 años de edad fueran arrestados por hacerlas. Lo que Gerner Nielsen debería saber es que ha habido muchas, muchas más amenazas de muerte que las dos que salieron a la luz. Amenazas que la policía seguramente considera mucho más serias, y que no hemos hecho públicas."

Por qué no?

"El Servicio de Inteligencia (PET) nos ha dicho que no lo hiciéramos. Amenazas desde Pakistán, ofertas de recompensas por las cabezas de los ilustradores, estos son algunos ejemplos de que las cosas están fuera de control. La información sobre las amenazas y las recompensas estuvo disponible en una página Web durante dos semanas, y yo lo supe durante dos semanas. El PET mantuvo que no había necesidad de preocuparse. Por ello el PET no se puso en contacto con los ilustradores."

El diario Jyllands-Posten tampoco se puso en contacto con ellos sobre eso?

"No, porque el PET nos dijo que no lo hiciéramos. Hay una división del trabajo. El PET se ocupa de la seguridad y bienestar de los ilustradores, no nosotros. De habernos puesto en contacto con los ilustradores nos hubiéramos equivocado."

Menciona que hay un gran número de amenazas de muerte sobre las que el Jyllands-Posten no ha informado al público. ¿Significa eso que ha seleccionado lo que el público debe saber?

"Los dos jóvenes de 17 años fueron arrestados, eso es algo que hay que contar. Pero no es necesario informar si se recibe un correo electrónico con una amenaza de muerte muy seria. Eso se envía al PET, y ellos contestan diciendo si es algo serio o no."

Así que la información que el Jyllands-Posten hace pública sobre las reacciones y amenazas depende de lo que la policía y el PET digan.

"Lo mires como lo mires, cuando tu empresa se encuentra en esta situación, es necesario cooperar con las personas que están ahí para proteger a la empresa y a sus trabajadores. Esa es la labor de la policía. Ellos aconsejan y tú escuchas sus consejos. Por supuesto que lo haces, para poder dar a tus trabajadores la máxima protección. Eso también implica procedimientos de vigilancia sobre los que se debe ser discreto. Para un periodista es una situación peculiar. Es algo que hay que aceptar, porque la vida y bienestar de los trabajadores tiene que ser la prioridad."

Cómo vio los diferentes tipos de reacciones a las caricaturas?

"Me pareció que las protestas realizadas por los 11 embajadores eran algo positivo para nosotros. Ayudaron a liberar alguna tensión acumulada. Los elementos más furiosos, a los que se podía imaginar intentando tomar medidas contra el Jyllands-Posten, podían haberse tranquilizado un poco al ver que se estaban realizando protestas a través de los canales oficiales."

"Los 11 embajadores demostraron que hay niveles más profundos en este asunto, niveles en los que hay un choque de culturas. Los países que representaban los embajadores tienen claramente una concepción diferente a la nuestra sobre la libertad de expresión y lo que significa."

"Ese es el siguiente nivel. Un asunto comienza de forma trivial, pero al igual que muchas otras cosas en el negocio periodístico, luego adquiere vida propia: se toma una decisión cuando perfectamente podría haberse tomado otra. En realidad, de la misma forma que realicé el proyecto de las caricaturas podría haberlo parado basándome en las reservas periodísticas que mencioné antes. Y de esa forma creamos más o menos casualmente esta situación."

"Luego, de repente, se hace más significativa porque comienza a tratar algunos principios importantes, la libertad de expresión frente a la religión. En los países donde están habiendo protestas, sienten que la religión va por delante de la libertad de expresión. En Dinamarca naturalmente no pensamos así."

"El hecho de que los embajadores se involucraran en los asuntos daneses también es algo totalmente inaudito. El que quieran que el primer ministro danés tome medidas contra el periódico es una muestra para muchas personas, excepto para Tøger Seidenfaden y algunos otros, de que está en juego algo más importante."

"Cuando el debate se convierte en un asunto de principios, los puntos de vista se afilan, se agudizan y decimos: "No queda ninguna duda de que nuestro periódico tiene el derecho a publicar las caricaturas." Ahora ya no se trata de las 12 caricaturas, sino que se ha elevado a otro nivel y se ha convertido en una batalla de principios. Independientemente de la razón original para publicar las caricaturas, se puede decir que, en retrospectiva, las reacciones posteriores la justifican."

Esto significa que va a haber más o menos caricaturas de Mahoma en los medios de comunicación daneses?

"No creo que vuelva a aparecer una caricatura de Mahoma en un periódico danés en los próximos 50 años. Los autocomplacientes caricaturistas del Politiken - Roald Als y Mette Dreyer - ya han afirmado que dibujarían a Mahoma si fuese pertinente. Espero con ansia verles hacerlo, existen muchas situaciones pertinentes."

Va a publicar el Jyllands-Posten más caricaturas de Mahoma?

"Creo que deberíamos tomarnos un descanso. De hecho, hoy hemos publicado una, una caricatura estadounidense, que puede o no representar a Mahoma."

Cómo se siente sobre la situación que vive hoy?

"Me siento bien. Me lo estoy tomando con tranquilidad. Afortunadamente nuestro personal se mantiene unido, aunque sigue habiendo mucha discordia sobre las caricaturas. Pero también me preocupa el que la situación se esté desarrollando tan lentamente. Ocurrió lo mismo en el caso de Salman Rushdie. Pasaron seis meses desde la publicación de "Los versos satánicos" hasta que se decretó la fatwa. Quizás aquí este sucediendo lo mismo, la misma penetración lenta en las culturas y sistemas islámicos. Desafortunadamente, no creo que el asunto se haya cerrado. Debo admitir que me paso el tiempo esperando el qué ocurrirá después."

1 Comentários:

Anonymous Anônimo said...

Alina, a difernça entre a Escandinávia e o Orinte Médio é tão grande q eles fizeram estas caricaturas por pura ignorância.
É proibido segundo o Alcorão qualquer personificação (pintura, desenho ou representação) do profeta Maomé e de Alah. Lembrando q s munçulmanos não cultuam imagens.
Agora, não adianta pedir desculpas, a merda ja foi feita.

5:35 PM  

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